Es una joya medieval: el pueblo más antiguo de Segovia situado al lado de un parque natural único

Sepúlveda, una villa medieval situada al noreste de Segovia, destaca por su rica historia. Considerado el ayuntamiento más antiguo de la provincia, su fundación aparece documentada en el Fuero de 1076. Sepúlveda alberga un impresionante legado de arte románico, con cinco iglesias y varias ermitas que datan de los siglos XI y XIII. Entre sus monumentos más destacados se encuentran la Iglesia de El Salvador, con su nave única y torre separada, y el Museo de los Fueros, situado en la Iglesia de Los Santos Justo y Pastor.

Además de su patrimonio religioso, Sepúlveda conserva vestigios de su muralla medieval y del antiguo castillo, que delimitan la Plaza Mayor. Entre sus puertas históricas, sobresalen la Puerta del Azogue y la Puerta de la Fuerza, esta última conectada a una calzada romana. En las afueras del pueblo se encuentra el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, un entorno natural impresionante que complementa la riqueza histórica de la villa. Estos elementos, junto a su inclusión en la asociación de «Los Pueblos Más Bonitos de España», hacen de Sepúlveda un destino turístico de gran interés en cualquier época del año.

Sepúlveda, un tesoro medieval en Segovia

Sepúlveda es considerado una de las joyas de Castilla y León. Su etimología, todavía en debate por parte de los historiadores, se menciona por primera vez como Septempublica en la «Crónica de Alfonso III».  Destaca por su geología, como el pliegue de rodilla erosionado por el río Duratón, y su abundante fauna, especialmente el buitre leonado en las Hoces del Duratón.

Sus orígenes se remontan al Paleolítico, con restos de civilizaciones vacceas, fomanas y visigodas. La villa, repoblada en el siglo XI, fue un importante enclave medieval con múltiples iglesias y una rica historia que incluye la resistencia a las invasiones musulmanas y su lealtad a los Reyes Católicos.

Lugares de interés

La localidad surgió como un castro céltico de la tribu de los arévacos y prosperó bajo el dominio romano, como demuestran los restos encontrados en Duratón. En la época visigótica, se estableció una necrópolis en Duratón con 666 sepulturas germánicas. La villa es mencionada por primera vez en la «Crónica de Alfonso III», tras las incursiones de Alfonso I.

El castillo de Sepúlveda, junto a sus murallas, conserva parte de su historia medieval. La Iglesia de El Salvador, románica del siglo XI, destaca por su ábside semicircular y un hermoso pórtico. La Iglesia de Los Santos Justo y Pastor, ahora sede del Museo de los Fueros, es una iglesia románica de los siglos XII y XIII, con tres naves y un diseño ambicioso. La Iglesia de Nuestra Señora de la Peña, del siglo XII, alberga la imagen de la patrona de Sepúlveda.

La Iglesia de San Bartolomé, de estilo románico y construida en el siglo XI-XII, y la Iglesia de Santiago, con su ábside mozárabe, son también monumentos destacados. Sepúlveda cuenta con un rico patrimonio arquitectónico, incluyendo casas blasonadas como la Casa del Moro y la Casa de las Conchas.

El recorrido por la villa revela vestigios de su pasado judío y morisco. Las fiestas patronales, dedicadas a San Miguel y a la Virgen de la Peña, se celebran el 29 y 30 de septiembre, honrando la historia y tradiciones de la comunidad.

Gastronomía

La gastronomía de Segovia destaca por su variedad y tradición. Entre los platos más emblemáticos se encuentra el cochinillo asado, crujiente por fuera y jugoso por dentro, y el lechazo asado, preparado de manera similar. Los judiones de La Granja, unas judías grandes y sabrosas, son otro clásico, así como las truchas, que se preparan de diversas formas.

Las patatas guisadas con chorizo son un estofado contundente ideal para el invierno, mientras que las perdices y el conejo a la segoviana ofrecen opciones basadas en caza menor. Las setas a la segoviana, abundantes en la región, se cocinan en cazuela con ingredientes como ajo, vino blanco y jamón. Estos platos reflejan la riqueza culinaria de la provincia.

Hoces del Duratón

El Parque Natural de las Hoces del río Duratón, ubicado al noreste de Segovia, presenta un impresionante cañón donde el río ha esculpido escarpes de hasta 100 metros. Este entorno alberga una importante colonia de buitres leonados, junto a alimoches, águilas reales y halcones peregrinos. Además, el parque resguarda tesoros arqueológicos y monumentos como la ermita románica de San Frutos.

La flora del parque incluye bosques de sabinas, pinares, y vegetación rupícola en los cortados, además de bosques de ribera en el valle. La fauna es diversa: rapaces, mamíferos como el tejón y especies de reptiles y anfibios. La geomorfología del parque muestra un karst espectacular formado en calizas y dolomías cretácicas, creando un paisaje de hoces profundas y meandros que contrastan con la vegetación ribereña, lo que justifica su declaración como parque natural.

En definitiva, Sepúlveda es un pueblo segoviano, conocido por su rica herencia culturaly entorno natural espectacular.